Esta era la letanía recitada por El Gaviero mientras se bañaba en las torrentes del delta:
Agonía de los oscuros, recoge tus frutos.
Miedo de los mayores, disuelve la esperanza.
Ansia de los débiles, mitiga tus ramas.
Agua de los muertos, mide tu cauce.
Campana de las minas, modera tus voces.
Orgullo del deseo, olvida tus dones.
Herencia de los fuertes, rinde tus armas.
Llanto de las olvidadas, rescata tus frutos.

Y así seguía indefinidamente mientras el ruido de las aguas ahogaba su voz y la tarde refrescaba sus carnes laceradas por los oficios más variados y oscuros.
A.Mutis

viernes, 19 de febrero de 2010

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